CEFALEA TENSIONAL

La cefalea tensional produce un dolor generalizado como si se tuviera una banda compresiva alrededor de la cabeza.
Este es provocado por:

- Trastornos del sueño
- Traumatismo
- Resfriados
- Consumo de alcohol, tabaco
- Estrés
- Funcionamiento o posición inadecuada de la articulación de la mandíbula
- Dolor de cuello
- Cansancio ocular
- Mantener una sola posición durante mucho tiempo sin moverse como trabajos prolongados en computadora, trabajos minuciosos con las manos, el uso de un microscopio
-Dormir en una habitación fría o con el cuello en una posición anormal

- Cefaleas tensionales episódicas:

Ocurren menos de 15 días al mes. La cefalea tensional episódica es muy común; la mayoría de los pacientes obtienen alivio con analgésicos de venta libre y no consultan al médico. Las cefaleas episódicas pueden durar 30 min a varios días y generalmente comienzan varias horas después de despertar y empeoran a medida que progresa el día. Estas no suelen ser tan intensas como para interrumpir el sueño por las noches.


- Cefaleas tensionales crónicas:

Ocurren por más de 15 días al mes y pueden variar en intensidad durante todo el día o responder a diferentes analgésicos, pero siempre están presentes.

- Dolor opresivo como una banda apretada o prensa en o alrededor de la cabeza, y que puede localizarse también en la nuca y el cuello
- Suele iniciarse de forma lenta y gradual y empeorar a lo largo del día
- Puede empeorar con los ruidos y la luz
- Se percibe un alivio del dolor masajeando el cuero cabelludo, las sienes o la parte posterior del cuello
- Normalmente no hay náuseas ni vómitos

- Para el tratamiento de la cefalea de tipo tensional, sus potenciales desencadenantes deben ser identificados y tratados.

- Analgésicos recomendados por su médico, y tomados según las indicaciones. Es importante recordar que el abuso en la toma de analgésicos tiene efectos secundarios.

- Aplicar compresas tibias en la nuca o en las sienes puede aliviar el dolor, darse un baño caliente o masajes.

- Muchas veces se utilizan intervenciones conductuales y psicológicas (p. ej., técnicas de relajación y de manejo del estrés) que son eficaces, sobre todo cuando se combinan con el tratamiento farmacológico.